
Desprovisto de todo sentimiento o emocion positiva, abandonado por sus fieles compañeros, dejado moribundo en medio de la calle, con el corazon destrozado y el alma perdida, herido mortalmente y aun asi con la vida suficiente como para levantarse sediento de rabia, de destruccion, de soledad, de venganza, de tristeza.
Recorre las oscuras calles, dejando tras de si todo destruido, buscando hacer sentir dolor a quien se le aparesca en su camino, dolor equiparable al que el siente, sus ojos iluminan en la oscuridad como dos esferas, desprovistas de cualquier razgo humano.
No siente frio, un largo y fino pelo lo cubre todo, sus puntudas orejas, se mueven en toda direccion, siempre aguardando, se mueve velozmente, sin embargo, el dolor en su cuerpo y en su alma son demasiado para el y se ve obligado a detenerse.
Se razga su alargado hocico con sus garras, para ver si aun siente dolor, sin embargo el dolor de su corazon mas fuerte que ninguno, otra herida que no sanara, tan solo una mas, de tantas que le falta por recibir.
No le queda ni nadie por quien luchar, y sin embargo sigue ahi, con algo parecido a la vida, sacando lo peor de si mismo, no tiene ideales, ni metas, en el pasado tenia varios, como todo hombre, sin embargo todo cambio cuando ella se marcho, los recuerdos son borrosos, ya no distingue, no tiene un margen, un limite, no, no le queda nada.
La bruma se hace espesa camuflandose con lo oscuro y silencioso de las calles, camina lentamente, siempre en guardia, malherido, herida que nada cura, y que cada minuto se abre mas y mas.
Y ahi esta la bestia, siempre observando, buscando victimas solitarias, ahi va una, comienza a moverse rapidamente, pasando de caminar erguido a correr como un cuadrupedo, sus sentidos aumentan, puede oir los latidos de su victima, sentir su miedo, pues que bueno, porque estara a punto de sentir mas, es mas, pronto dejara de sentir, lo alcanza a una calle de distancia, es tan solo un alegre borracho, pero pronto de alegre no le quedara nada, la bestia, se lanza sobre el clavandole sus enormes garras en la espalda del infeliz.
Minutos despues la bestia se levanta profiere un sonoro rugido infrahumano que rompe el silencio de la noche y se va, dejando ahi lo que alguna vez fue una vida, ni siquiera disfruto exprimiendo cada gota de alegria de aquel hombre, no siento nada ni placer, ni diversion, solo un vacio, solo sabe inflingir dolor, y a la vez que lo hace se lo inflinge asi mismo, y cada vez que lo hace olvida un poco mas el hombre que fue alguna vez.
Cual espectro camina por las calles, rondando lugares de mala muerte, buscando mas dolor, mas sufrimiento, mas desolacion.
Sin embargo al llegar el dia, la bestia mira hacia el oriente donde el sol empieza a salir, y durante un segundo sus ojos ambarinos y siniestros se transforman en dos ojos humanos que miran el amanecer de un nuevo dia, cierra los ojos y pronuncia unas palabras inaudibles, derrama una lagrima, recordando como el dolor fue marcado en su piel, recordando como se generaron sus heridas que ningun dia llegaran a cicatrisar, recordando como fue abandonado y convertido en un ser despreciable, marginado y solitario, recordandola a ella, recordando.
Sus ojos vuelven a ser los de un animal, camina, buscando oscuridad, para luego levantarse en una nueva noche,siempre solo, siempre errante, tal cual como una sombra, siempre bestia.
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