Solo escribo cuando estoy mal. Hace ocho meses no escribía. Eso habla mucho de ella. Hoy lloré. No lloraba hace mucho mucho tiempo. Este mes he llorado ya tres veces. Eso habla mucho de ella. La amo. La amo. La adoro. Pero aveces lo olvido. Ella no está ahí para mi. Ella no fue hecha para mi. Ella no es mía. Entonces yo la cago. Ella se pone brava. Eso habla mucho de mi. Eso habla mucho de ella. La amo. Y hoy siento que se aleja de mi. La estoy perdiendo. Y se que ella me ama. No sera necesario ya decir que eso habla mucho de ella. Yo la amo. Pero yo no estoy bien. Necesito ayuda psicológica. Miles de dudas llenan mi mente. Dudas amorosas, profesionales, fraternales, familiares. Mi futuro me aterra. Mi futuro promete. Soy bueno. Pero no soy bueno para soportar el camino. Lo haré. Yo lo se. Lo haré si la tengo a ella. Porque yo la amo, ella me ama. Y la estoy perdiendo. Eso habla de nosotros. Nos estamos distanciando. Yo incapaz de hacer algo para arreglarlo, me siento aprisionado. Viendo como los ratones roen lentamente los fuertes lazos de oro que nos unen. Los lazos que se formaron de los miles de millones de besos que nos hemos dado. Besos buenos, besos malos. Le chuzé un ojo. Nadie dijo que era bello. Nadie dijo que era bueno. La vida no es tan fácil como se pintaba hace algún tiempo. Solo me preocupaba por tener una novia. Hoy ya soy un adulto. Hace ya unas noches que enterré al niño dentro de mi. Me di cuenta que era tiempo de crecer. Lo enterré. Por mi bien. Era adorable, intenso, caprichoso y detestable. Yo lo amaba. Quisiera ser niño toda la vida. Pero no puedo. Mi vida se va. Me hago viejo. Y si, soy muy muy joven. Pero cuando digo que me hago viejo yo se de que hablo. Ya hablé mucho de mi. Ella me da vida. Ella es joven. Tiene mi edad. Ya hablé mucho de ella. ¿Pero si no hablo de ella ni de mi que me queda? De hecho hablar de mi no tiene sentido alguno. Todas las historias que pude haber contado de mi aburrida vida están ya escritas. En mi cabeza. En un papel. En un blog. Que más da. Nadie las lee. Las escribo para mi. Pero ella es un mundo nuevo. Mucho más grande que este. A ella la podría explorar tres vidas y no la conocería. Pierdo la memoria. Soy muy joven. Yo se porque lo digo. Ella es un misterio. Ella se mueve sola. Ella no me necesita. Ella puede tomar sus propias decisiones. La amo y ella me ama. Y puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pero que más da. Ella se me va. Yo no hago nada. Bueno, ya dije que era propenso a cagarla. Yo solo ayudo a que se me vaya más rápido. La pierdo. La perdí. La perderé. Ella se mueva sola. El tiempo dijo. El tiempo dice. El tiempo dirá. Y yo sigo igual de imbécil. Pierdo lo que me importa. Soy un idiota. La pierdo a ella. Pierdo mi mundo. Ella es el color de este televisor. La sal de esta sopa. Ella hace todo más soportable. Puedo sentirme mal. Puedo pensarla todo el tiempo. Puedo llorar cinco veces el mismo día. ¿Que mas da? ¿Que arreglo con eso? Soy un inútil. Nací solo para vivir. Trabajar, tener una familia. ¿Pero para que? ¿Que tan diferente puede ser estar vivo o estar muerto? Ella se va. Lo se. Ojala se quedará. Darle mil millones de besos más y decirle que la amo. Que cambió mi vida. Que le agradezco eternamente haber nacido, en vez de ser un imbécil espermatozoide perdido en el camino. Mi vida es una tragicomedia. No importa que me pasé. Seguiré vivo. Pero con que sentido si no la tengo a ella. Soy muy muy joven. Pero una mujer como ella no puede existir. Ahí se va la mujer de mi vida. La mujer de mis sueños. Luché por ella desde el principio. Aún lo hago. Soy resistente. Pero aveces lo atacan tantas cosas a uno, que termina por ceder una vez. Para la menos apropiada. Para la más fuerte no tengo defensas. Es una milésima de segundo que me doy para recuperar las fuerzas. Pero en ese mismo instante me ataca. Estoy mal. Mi cabeza va a estallar. Ella se va. Estoy en el piso. No estoy inconsciente pero si paralizado. Solo puedo ver como termina en un caótico fin. Todo por lo que luché alguna vez se va a la mierda. Y no puedo hacer nada aparte de hacerlo peor. Alguna vez quise tener una banda de rock. Amo la música. Aún toco guitarra. Nunca la tuve. Aún la quiero. Aún la amo. Y ella me ama. Pero ella no aguanta más. ¿Que más puedo hacer yo? Callarme y ver como se resuelve. No voy a forzar nada. No quiero forzar nada. La vida no es fácil. Ahí va, la mujer que ame, amo, amaré más que ninguna otra. She moves in her own way. Enjoy the silence. Es hermosa. Despierta en mi mil y un sentimientos. ¿Y que si peleamos? A la hora nos amamos más fuerte que antes. La herí, ella volvió. Gracias. Ahora es hora que se vaya. Se lo merece. Se merece todo. Se merece está vida y otra. Yo se que su vida no es fácil y aún así está conmigo, sabiendo que yo solo le hago la vida más difícil. La hice sonreír y la hice feliz, si. Pero le hago la vida más difícil. Tenían razón. Soy un estúpido. Mucho ego, poco cerebro. Medias blancas pantalón oscuro maricón seguro. No marica de gay. Marica de imbécil (y me disculpo si hay alguien homosexual leyendo eso, pero para nadie es un secreto que la palabra marica se ha deformado). Por fin lo entiendo. Duerme bien. Sueña conmigo. Olvidarme pronto. Adiós. Espero verte en mi siguiente vida, esa te prometo que no naceré para vivir. Naceré para estar contigo. Te propondré matrimonio, te lo juro. Y procura aparecerte más tarde en mi vida. Solo para asegurarnos de que podamos vivir nuestras vidas juntos. Sin remordimientos. Sabiendo que lo vivimos todo antes. Estoy llorando. Te amo. Se feliz. Soy un imbécil. Aún tengo esperanzas. Pero lo más probable es que esté acertado con todo lo que he escrito en este larguísimo párrafo. Yo se que me ama. Pero no me aguanta. Buenas noches. Buenos días. Buen futuro. La amo y ella me ama. Adiós.